Cuando nací mi madre quiso ponerme el nombre de su padre, es decir mi abuelo y como se llamaba santiago podía haberme puesto el mismo nombre, jacobo o jaime y optó por ese último, ella que sabía que el apellido suyo iba a ir el segundo quiso que su padre fuera simbólicamente el sucesor  de su padre a través del primer nombre de su hijo, dejó que el nombre del otro abuelo por parte de padre también estuviera presente, mas bien por mi padre y al llamarse manuel también coincidía con el nombre de pila de mi padre, pero de hecho mandaba el primer nombre aunque al principio quisieron que los otros me llamaran jaime manuel, un nombre que al final se perdió, salvo en los títulos oficiales o el carnet de identidad o pasaporte que te recuerdan la parte de pasado como un deseo frustrado por mi padre que ni siquiera celebrábamos el santo al segundo nombre, se comentaba que también era el santo, pero sin fuerza alguna, así que en el análisis personal mi madre ha querido que fuese como su padre santiago un zapatero artesano con muy buen humor y ganas de fiestas y jolgorios, ocurrió que los deseos no siempre se cumplen, por parte de mi padre le gustaba ser marino mercante, sin embargo en su tiempo era una empresa arriesgada ya que había entrado a trabajar en el banco de españa, un trabajo fijo sin ser funcionario, su padre era un pequeño empresario textil y la comodidad venció a su espíritu aventurero, así que yo fui el espíritu aventurero de trabajar en una consulta privada en un tratamiento artesanal,como un pequeño empresario o autónomo, de esa forma se cumple el deseo de mis padres.

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